Es una ciudad pequeña y en ella lleva un “algo” que la hace memorable, el colorido de sus calles y su empedrado hacen que San Miguel de Allende sea mágico.
Tiene poca población, según datos de INEGI en 2010 tenía 69,811 habitantes, por lo que su tamaño es de una ciudad pequeña. Gracias a esto ofrece las comodidades de una urbe pero el sabor de la vida de pueblo.
Sus calles están llenas de galerías, cafés, hoteles y restaurantes, gran parte de estos en casonas y edificios de una hermosa arquitectura colonial. Conocerla no solo te llenará de placeres, sino de enriquecedoras experiencias.
En 2008 la UNESCO reconoció a San Miguel de Allende como una de las Ciudades Patrimonio Cultural de la Humanidad, debido a su aporte a la arquitectura barroca y a la cultura mexicana como un lugar de suma importancia en la guerra de de Independencia Mexicana.
Al fin de la segunda guerra mundial, muchos norteamericanos buscaban un lugar para refugiarse y olvidarse de las calamidades de la guerra. En los años 50’s, San Miguel de Allende fue descubierto y reconocido por ser uno de los mejores atractivos turísticos de México en ese entonces.
Uno de los mejores atractivos turísticos de San Miguel de Allende es el paseo en el tranvía. Este tren te da un recorrido por los puntos históricos y cómicos más importantes de la ciudad. El viaje dura 45 minutos y hace dos paradas. Una frente al hotel Casa Sierra Nevada y otra en el mirador de la entrada a San Miguel
Una ciudad de película
La pintoresca ciudad fue el lugar estelar para la filmación de la película “El Padrecito”, protagonizada por Mario Moreno “Cantinflas”. Además, más allá de la pantalla grande, el escritor Neal Cassidy recorría las calles de San Miguel de Allende cuando una sobredosis de barbitúricos lo llevó a la morir en la estación del tren.
TOP TEN
- Mirador de San Miguel Allende
- Jardín Principal
- Casa de las Conspiraciones
- Plaza Cívica
- Casa del Conde de la Canal
- Museo Casa de Ignacio Allende
- Instituto Allende
- Teatro Ángela Peralta
- Tianguis Orgánico