Ni la amenaza de tormenta, las obras del boulevard Francisco Villa, detuvieron al ejército verdiblanco y aficionados americanistas que se hicieron presentes para dar la bienvenida a la fiesta deportiva.
Llegó el gran día, el Club León debutó como local en el Apertura 2019, un nuevo torneo con el ánimo renovado, que hizo que hasta la lluvia se paralizara para disfrutar del partido.
Poco a poco las gradas fueron ocupadas de pasión, de orgullo, playeras verdes y blancas iluminaban el Nou Camp.
75 AÑOS DE PASIÓN
El torneo arrancó con la campaña #HastaLaBandera, al ingresar al estadio personal del staff entregaban a todas las personas una bandera en color blanco y verde con el número 75 y el año 1944, aniversario y año de fundación del equipo que al principio más funcionaron para mitigar un poco la lluvia o para limpiar las butacas.
Pero el ánimo nunca decayó y las banderas fueron las protagonistas de la tarde-noche a la hora de ondearse crearon un mosaico verdiblanco, que se perdía entre la mirada atónita de todos y el palpitar de los miles de corazones.
LOS SIEMPRE ODIADOS
Tocó compartir grada con los siempre incómodos americanistas, quienes se han convertido en nuestros clientes favoritos, aún con el sabor de descalificación arribaron con sed de venganza que se tuvieron que guardar.
El odio poco a poco se alejaba entre las bromas de ambos seguidores uno en demostrar que “Ser fiera es un orgullo” y los otros en dejar claro que “América y ya”, no faltó la castroza #YaSiénteseSeñora y el mala copa americanista.
Como dicen del amor al odio, solo hay un paso y al menos en las gradas ya pueden convivir esmeraldas y azulcremas.
FALTARON GOLES
¡Qué bonito es lo bonito!, regresar al salón de fiesta más grande, Tláloc paró su ira, todo era perfecto solo faltó el gol para coronar la noche.
Se notó un América cansado, echado para atrás que a la menor provocación se tiraban al césped. De lo más destacable fue el debut de Giovanni Dos Santos, una anécdota más para el Nou Camp.
Un León característico de Ambriz, que jamás se dejó intimidar por las águilas, busco y busco pero esta noche no fue la del “Ángel del gol” La noche se la llevó Cota, y por supuesto la pantalla VAR, que anuló un penal que ya había sido marcado.