¡Es única! Si algo caracteriza a la Trevi, a lo largo de su carrera es que es como el “Ave Fénix de las cenizas renace y vuelve hacer otra”, y cada vez mejor.
En cada tour la cantante le da un giro inesperado a su show que sorprende y deja con la boca abierta a su público. Lo que nunca ha cambia es su estilo irreverente, extrovertida y rebelde.
A la “Diosa”, ya la esperaban más de 7 mil asistentes ansiosos que tuvieron que esperar mientras su staff, instalaba la escenografía.
Un reloj anunciaba que en 7 minutos arrancaría el show, al coro ensordecedor de “Gloria, Gloria, Gloria”, retumbaba en el recinto.
En esta ocasión Gloria nuevamente volvió a sorprender ofreció una noche de contrastes dejando claro que es una diva de la música para sus fans.
Desde el principio la adrenalina se dejó sentir “Diosa”, “Con los ojos cerrados”, y “Ábranse perras”, fueron los primeros temas con los que arrancó la noche.
Aprovecho para dar un vuelta al pasado con la canción “ Tu ángel de la guarda”, la cantante transportó al público a los inicios de su carrera.
Las muestras de cariño no se hicieron esperar, rosas, cartulinas fluorescentes y un globos corazón eran entregados a la artista, sus fans sorteaban a la seguridad para correr y estar con ella aunque fuera unos segundos y abrazarla unos corrían con suerte, otros simplemente se quedaban en el intento.
“Raza todos tenemos derecho hacer amados y amar, el amor es el motor de la vida”.
Uno de los momentos más extasiados fue la presentación de los temas: “No querías lastimarme”, “5 minutos”, “El favor de la soledad”.
El reloj avanzaba y Gloria, seguía teniendo una noche más que gloriosa llena de amor, del amor que ella profesa a su música, al escenario y a sus seguidores.
Cumplió el sueño de Carlos Bravo quien pidió bajar al escenario en su papel de “La Gema”, que después de varios intentos y apoyo del público logró bajar al redondel con la cantante “Qué perra, qué perra mi amiga vente para acá, vas a bailar bien chingón”, le dijo para dedicarle unas estrofas de la canción “Grande”.
Con múltiples cambios de vestuario, divertidas escenografías y una desbordante energía presentó “Pelo suelto”, “Doctor psiquiatra”, en la que pidió a su club de fans acompañarla en el redondel.
Como último mensaje de la noche pidió a los asistentes levantarse cada que tuvieran una caída, renacer y volver a brillar; enfundada en un vestido de gala color plata interpretó “El recuento de los daños” y “Todos me miran”, fue así como concluyó un concierto de más de dos horas con esa intensidad que la caracteriza y que enloquece a su público que se marcharon satisfecho de esa conexión de energía musical.