Hace 20 años llegó para quedarse: Alejandro Fernández. No cabe duda que el cantante es la figura indiscutible de las fiestas de enero, pone un pie en el escenario y todo se sacude.
Ayer celebró 20 años ininterrumpidos de presentarse en el Palenque de León, lo hizo agradeciendo a su público el cariño y el apoyo.
“Es una maravilla poder estar aquí, gracias por acompañarnos esta noche. Tengo veinte o más de veinte años cantando aquí en León Guanajuato ¡gracias!, siempre aquí es mi primer concierto del año, ¡muchas gracias León los quiero mucho!”.
El cantante interpretó más de 30 canciones en dos horas, incluyendo “Caminos de Guanajuato”, así como un popurrí de su padre, don Vicente Fernández.
Con una sonrisa conquistable, pelo en tono plateado, totalmente sobrio, “El Potrillo” se paró valeroso, sombrero de charro en mano, para iniciar su concierto con “En lo correcto” y “Unas nalgadas”.
Pronto se deshizo del sombrero, pero no de su personalidad. Y puso a cantar a su público como siempre.
Además de su voz, Alejandro da catedra con sus músicos de primer nivel, un excelente juego de iluminación que complementan la velada que por dos décadas se vuelve mágica para sus fieles seguidores que abarrotan el recinto durante sus dos fechas.
En el set list no podían faltar: “Como quien pierde una estrella”, “Tantita Pena”, “No lo beses”, “Nube viajera”, y “Me dedique a perderte”.
El guión normalmente es el mismo aunque la escena no. Para la parte final, cantó una serie de éxitos de su padre, don Vicente Fernández, en el que demuestra que el talento se hereda y que después del retiro de su padre es el amo y dueño del Palenque de León.