Michoacán posee 6 Patrimonios de la Humanidad, nombramientos que han sido otorgados por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
El Centro Histórico de Morelia: Construido en 271 hectáreas, cuenta con 15 plazas y 1,113 monumentos, todos estos elementos juntos son testimonio de una historia arquitectónica de México, razón por la cual, en 1991 lo declararon Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Sus edificios históricos fueron construidos con piedra de color rosa característica de la región, por lo que se le conoce a Morelia como “Ciudad de la Cantera Rosa”. Cabe destacar que el Centro Histórico de Morelia, es el único en México que no tiene un zócalo.
Tradición de Noche de Muertos: Año con año diferentes regiones de México celebran el regreso temporal de sus familiares difuntos, en lo que se conoce como el Día de Muertos. Michoacán es famoso por sus tradicionales celebraciones en este día, principalmente las regiones de Pátzcuaro, Tzintzuntzan y Janitzio, con sus monumentales ofrendas y magníficos adornos de las tumbas.
La Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca: Con una extensión de 56,259 hectáreas de bosques de oyamel, pino y encino, que abarcan los municipios de Contepec, Senguio, Angangueo, Ocampo y Zitácuaro en Michoacán, esta reserva recibe cada año a miles de mariposas monarcas provenientes de América del Norte.
Tradición de los Voladores de San Pedro Tarímbaro: El ritual de los voladores es una danza que se asocia con la fertilidad. En Michoacán, específicamente en el municipio de Tlalpujahua los voladores de San Pedro Tarímbaro surcan los vientos con ayuda de lazos atados a la punta de un madero.
Pirekua: Se trata de un canto tradicional de las comunidades indígenas p’urhépechas de Michoacán, que puede ser cantado tanto por hombres, como por mujeres. Se halla en 165 poblaciones y puede ser interpretado con variantes instrumentales, así como con instrumentos de viento, coros, tríos, duetos o solitas.
Cocina tradicional mexicana: La cocina tradicional en Michoacán, mantiene viva la cultura gastronómica a través de las manos de las cocineras que preservan la sazón de sus ancestros, gracias a sus ingredientes y recetas, ésta se ha convertido desde 2010 en Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.